11 insultos del antiguo idioma español:
1. Zurumbático.
1. Zurumbático.
Estel término proviene del portugués soombra<
sorumbático, equivalente a “asombrado”. Eso sí, más en su acepción de
persona con mala sombra
2.
Lechuguino.
Desde el siglo XIX y principios del
siglo XX a cualquier muchacho joven e imberbe que empezaba a intentar seducir a
mujeres hechas y derechas, fingiendo ser mayor de lo que era, se les decía
lechuginos. Una expresión despectiva que hoy a perdido su potencia.
3.
Raspamonedas.
Este insulto era habitual en la Edad
Media, cuando los cambistas acostumbraban limar un poco el canto de las monedas
para extraer y acumular gramos de oro o plata. Llamar raspamonedas a alguien era
decirle literalmente ladrón y temperamento sombrío.
4.
Badulaque.
Aunque ahora relacionemos la palabra
badulaque con la tienda de Apu en los Simpson, el significado real, es “persona
necia, inconsistente” o “impuntual en el cumplimiento de sus compromisos”.
5.
Trapisondista.
Las trapisondas eran las hazañas
inútiles y los trapisondistas los enredadores, los que se metían en líos tontos,
de los cuales no sacaban más que otros problemas.
6.
Viceversa.
Un viceversa es una persona indecisa que
no sabe qué hacer o pensar, que termina dando argumentos contradictorios los lazos va pisando de puntillas”.
7.
Pisaverde.
Forma adespectiva antigua para referirse
a los metrosexuales, que destacaban por sus galanteos y superficialidad.
Covarrubias en el Tesoro de la Lengua (1611) explica de dónde
sale el término: “La metáfora
8.
Malquisto.
Literalmente, “mal querido”, un
malquisto es alguien tan odioso y aborrecible que es rechazado en cualquier
lugar donde vaya está tomada del que atraviesa en algún
jardín (…) que por no hoxxar
9.
Ser de la cáscara amarga.
Los de la cáscara amarga eran en el
siglo XVIII, según el Diccionario de Autoridades, “hombres
traviessos y valentones, que presumen de pendencieros y alentados”. A partir
del siglo XIX empezó a utilizarse para referirse, de forma peyorativa, a los
progresistas, a esa gente de vida licenciosa que se pasa el día discutiendo
ideas sin sacar mucho en claro.
10.
Estafermo.
Viene del italiano “Sta fermo” Los
estafermos son muñecos medievales representando la figura de un hombre armado espetado
en un mástil, al que en las carreras se le golpeaba para que girase y diese con
sus armas al corredor que venía detrás. Este término intentaba definir a
personas como embobadas y sin acción.
11.
Tragavirotes.
Las palabras compuestas son perfectas
para el insulto y por eso forman el grueso de esta lista. Son sonoras y muy
visuales, y dejan al insultador mucho más satisfecho. ¿Quedarte en llamar a
alguien “estirado” cuando puedes decir “tragavirotes”?
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